

El pensamiento, el sentimiento y la palabra crean la energía que compartimos con el entorno.
Si somos pensamientos divinos, sintiendo paz, compartiendo amor, el ADN original del alma se reactiva.
El pensamiento, el sentimiento y la palabra crean la energía que compartimos con el entorno.
Si somos pensamientos divinos, sintiendo paz, compartiendo amor, el ADN original del alma se reactiva.